"Una estrella monstruosa". Así describen los astrónomos que la han descubierto la estrella que acaban de observar en la galaxia de la Gran Nube de Magallanes. Con una masa equivalente a 320 soles en el momento de su formación, es la estrella más grande del universo
conocido. Los astrónomos pensaban hasta ahora que era imposible que
pudiera formarse una estrella de esta magnitud. Y sin embargo allí está,
en las imágenes captadas por los telescopios del Telescopio Austral Europeo en los Andes de Chile."Las
teorías de formación estelar predecían que una estrella no podía
superar las 150 masas solares", informó Schnurr. "Nunca se habían
observado estrellas mayores de 150 masas solares. Y nuestra duda era:
¿no las hemos observado porque no existen o es que no hemos sabido
buscarlas? Así que decidimos buscarlas"En nuestra galaxia aparecieron
varias estrellas con masas superiores a 150 soles. Pero la mayor
sorpresa apareció en la Gran Nube de Magallanes, donde la estrella
R136a1 pesa 265 masas solares y, cuando se formó, pesaba unas 320. "Esto
es algo que nadie se esperaba, gran estrella, gran sorpresa", dijo
Shnurr.
EL UNIVERSO
lunes, 5 de noviembre de 2012
LA TIERRA
La Tierra (de Terra, nombre latino de Gea, deidad griega de la feminidad y la fecundidad) es un planeta del Sistema Solar que gira alrededor de su estrella en la tercera órbita más interna. Es el más denso y el quinto mayor de los ocho planetas del Sistema Solar. También es el mayor de los cuatro terrestres.
La Tierra se formó hace aproximadamente 4567 millones de años y la vida surgió unos mil millones de años después.[17] Es el hogar de millones de especies, incluyendo los seres humanos y actualmente el único cuerpo astronómico donde se conoce la existencia de vida.[18] La atmósfera y otras condiciones abióticas han sido alteradas significativamente por la biosfera del planeta, favoreciendo la proliferación de organismos aerobios, así como la formación de una capa de ozono que junto con el campo magnético terrestre bloquean la radiación solar dañina, permitiendo así la vida en la Tierra.[19] Las propiedades físicas de la Tierra, la historia geológica y su órbita han permitido que la vida siga existiendo. Se estima que el planeta seguirá siendo capaz de sustentar vida durante otros 500 millones de años, ya que según las previsiones actuales, pasado ese tiempo la creciente luminosidad del Sol terminará causando la extinción de la biosfera
La Tierra se formó hace aproximadamente 4567 millones de años y la vida surgió unos mil millones de años después.[17] Es el hogar de millones de especies, incluyendo los seres humanos y actualmente el único cuerpo astronómico donde se conoce la existencia de vida.[18] La atmósfera y otras condiciones abióticas han sido alteradas significativamente por la biosfera del planeta, favoreciendo la proliferación de organismos aerobios, así como la formación de una capa de ozono que junto con el campo magnético terrestre bloquean la radiación solar dañina, permitiendo así la vida en la Tierra.[19] Las propiedades físicas de la Tierra, la historia geológica y su órbita han permitido que la vida siga existiendo. Se estima que el planeta seguirá siendo capaz de sustentar vida durante otros 500 millones de años, ya que según las previsiones actuales, pasado ese tiempo la creciente luminosidad del Sol terminará causando la extinción de la biosfera
LAS ESTRELLAS
En un sentido general, puede afirmarse que una estrella es todo objeto astronómico que brilla con luz propia. En términos más técnicos y precisos, podría decirse que se trata de una esfera de plasma que mantiene su forma gracias a un equilibrio de fuerzas denominado equilibrio hidrostático. El equilibrio se produce esencialmente entre la fuerza de gravedad, que empuja la materia hacia el centro de la estrella, y la presión que ejerce el plasma hacia fuera, que, tal como sucede en un gas, tiende a expandirlo. La presión hacia fuera depende de la temperatura, que en un caso típico como el del Sol se mantiene con la energía
producida en el interior de la estrella. Este equilibrio seguirá
esencialmente igual en la medida de que la estrella mantenga el mismo
ritmo de producción energética. Sin embargo, como se explica más
adelante, este ritmo cambia a lo largo del tiempo, generando variaciones
en las propiedades físicas globales del astro que constituyen la
evolución de la estrella.
LAS GALAXIAS
Una galaxia es un conjunto de varias estrellas, nubes de gas, planetas, polvo cósmico, materia oscura, y quizá energía oscura, unido gravitatoriamente. La cantidad de estrellas que forman una galaxia es incontable, desde las enanas, con 107, hasta las gigantes, con 1012 estrellas (según datos de la NASA del último trimestre de 2009). Formando parte de una galaxia existen subestructuras como las nebulosas, los cúmulos estelares y los sistemas estelares múltiples.
Históricamente, las galaxias han sido clasificadas de acuerdo a su forma aparente (morfología visual, como se le suele nombrar). Una forma común es la de galaxia elíptica, que, como lo indica su nombre, tiene el perfil luminoso de una elipse. Las galaxias espirales tienen forma circular pero con estructura de brazos curvos envueltos en polvo. Galaxias inusuales se llaman galaxias irregulares, y son, típicamente, el resultado de perturbaciones provocadas por la atracción gravitacional de galaxias vecinas. Estas interacciones entre galaxias vecinas (que pueden provocar la fusión de galaxias) pueden inducir el intenso nacimiento de estrellas. Finalmente tenemos las galaxias pequeñas que carecen de una estructura coherente y también se les llama galaxias irregulares.
Se estima que existen más de cien mil millones (100.000.000.000) de galaxias en el universo observable. La mayoría de las galaxias tienen un diámetro entre cien y cien mil parsecs y están usualmente separadas por distancias del orden de un millón de parsecs. El espacio intergaláctico está compuesto por un tenue gas, cuya densidad media no supera un átomo por metro cúbico. La mayoría de las galaxias están dispuestas en una jerarquía de agregados, llamados cúmulos, que a su vez pueden formar agregados más grandes, llamados supercúmulos. Estas estructuras mayores están dispuestas en hojas o en filamentos rodeados de inmensas zonas de vacío en el universo.
Históricamente, las galaxias han sido clasificadas de acuerdo a su forma aparente (morfología visual, como se le suele nombrar). Una forma común es la de galaxia elíptica, que, como lo indica su nombre, tiene el perfil luminoso de una elipse. Las galaxias espirales tienen forma circular pero con estructura de brazos curvos envueltos en polvo. Galaxias inusuales se llaman galaxias irregulares, y son, típicamente, el resultado de perturbaciones provocadas por la atracción gravitacional de galaxias vecinas. Estas interacciones entre galaxias vecinas (que pueden provocar la fusión de galaxias) pueden inducir el intenso nacimiento de estrellas. Finalmente tenemos las galaxias pequeñas que carecen de una estructura coherente y también se les llama galaxias irregulares.
Se estima que existen más de cien mil millones (100.000.000.000) de galaxias en el universo observable. La mayoría de las galaxias tienen un diámetro entre cien y cien mil parsecs y están usualmente separadas por distancias del orden de un millón de parsecs. El espacio intergaláctico está compuesto por un tenue gas, cuya densidad media no supera un átomo por metro cúbico. La mayoría de las galaxias están dispuestas en una jerarquía de agregados, llamados cúmulos, que a su vez pueden formar agregados más grandes, llamados supercúmulos. Estas estructuras mayores están dispuestas en hojas o en filamentos rodeados de inmensas zonas de vacío en el universo.
domingo, 4 de noviembre de 2012
ASTEROIDES Y METEORITOS
Otros cuerpos menores del Sistema Solar son los asteroides y los meteoritos. ¿Conozcámoslos?
Los asteroides: corresponden a trozos de rocas que tienen distintas formas y tamaño.
Son astros pequeños, unos son solo polvo cósmico y la gran mayoría, son más pequeños que cualquier satélite. Giran alrededor del Sol, como un conjunto de rocas y piedras.
El perfeccionamiento del telescopio permitió descubrir un gran número de estos astros y es así como se han localizado más o menos 2 millones de ellos.
Muchos llevan nombres mitológicos como: Ceres, Palas, Juno, Vesta, Iris, etcétera. No son visibles a simple vista, a excepción de Vesta que se puede observar por su intenso brillo.
En general, los asteroides circulan entre las órbitas de Marte y Júpiter.
Actualmente, se entiende que estos cuerpos celestes podrían ser fragmentos de un planeta destruido, o bien fragmentos dispersos que no lograron unirse y originar un astro de mayor tamaño.
Los meteoritos: corresponden a cuerpos sólidos, que pueden ser metálicos o rocosos, son de tamaño pequeño y giran alrededor del Sol.
Miles de meteoritos ingresan a la atmósfera terrestre diariamente, y su roce con el aire provoca que el material sólido que los conforma se caliente hasta quedar incandescente. Esto provoca unas llamaradas observables en el cielo durante las noches despejadas. Esto se llama comúnmente estrellas fugaces.
Los estudios realizados sobre los meteoritos en los laboratorios, han revelado información importante en relación a las condiciones primitivas de nuestro Sistema Solar.
Las superficies de Mercurio, Marte y la de algunos satélites de los planetas -sin excluir a la Luna de la Tierra-, muestran los efectos de impactos provocados por estos meteoritos al principio de la historia del Sistema Solar. En el caso de la Tierra estas marcas se han desgastado, excepto en algunos cráteres provocados por impactos recientes.
Los asteroides: corresponden a trozos de rocas que tienen distintas formas y tamaño.
Son astros pequeños, unos son solo polvo cósmico y la gran mayoría, son más pequeños que cualquier satélite. Giran alrededor del Sol, como un conjunto de rocas y piedras.
El perfeccionamiento del telescopio permitió descubrir un gran número de estos astros y es así como se han localizado más o menos 2 millones de ellos.
Muchos llevan nombres mitológicos como: Ceres, Palas, Juno, Vesta, Iris, etcétera. No son visibles a simple vista, a excepción de Vesta que se puede observar por su intenso brillo.
En general, los asteroides circulan entre las órbitas de Marte y Júpiter.
Actualmente, se entiende que estos cuerpos celestes podrían ser fragmentos de un planeta destruido, o bien fragmentos dispersos que no lograron unirse y originar un astro de mayor tamaño.
Los meteoritos: corresponden a cuerpos sólidos, que pueden ser metálicos o rocosos, son de tamaño pequeño y giran alrededor del Sol.
Miles de meteoritos ingresan a la atmósfera terrestre diariamente, y su roce con el aire provoca que el material sólido que los conforma se caliente hasta quedar incandescente. Esto provoca unas llamaradas observables en el cielo durante las noches despejadas. Esto se llama comúnmente estrellas fugaces.
Los estudios realizados sobre los meteoritos en los laboratorios, han revelado información importante en relación a las condiciones primitivas de nuestro Sistema Solar.
Las superficies de Mercurio, Marte y la de algunos satélites de los planetas -sin excluir a la Luna de la Tierra-, muestran los efectos de impactos provocados por estos meteoritos al principio de la historia del Sistema Solar. En el caso de la Tierra estas marcas se han desgastado, excepto en algunos cráteres provocados por impactos recientes.
LA LUNA
El satélite natural de la Tierra es la Luna, que gira alrededor de ella en un movimiento constante de traslación.
La Luna realiza el movimiento de traslación describiendo una órbita elíptica. Esta se encuentra en su apogeo a una distancia máxima de la Tierra (404.336 kilómetros) y en su perigeo a la distancia mínima (354.341 kilómetros). Este movimiento completo dura 27 días, 7 horas y 48 minutos. La Luna también realiza un movimiento de rotación alrededor de su eje, el cual dura lo mismo que el movimiento de traslación. Por este motivo siempre se observa la misma cara de la Luna.
Las fases lunares corresponden a diferentes etapas de iluminación que presenta la superficie de la Luna a lo largo de un mes, lo que es consecuencia de la posición relativa del sistema: Sol Tierra Luna.
Las fases lunares son:
- Luna Nueva: se produce cuando la Luna se encuentra entre la Tierra y el Sol, el cual ilumina la parte de la Luna que no se ve. Se distingue la otra cara, débilmente iluminada por la luz reflejada de la Tierra.
- Luna Llena: en esta fase, la Tierra queda entre el Sol y la Luna. La cara de la Luna que mira hacia la Tierra, aparece totalmente iluminada por la luz directa del Sol.
- Cuartos Menguante y Creciente: caso en que los tres astros se encuentran en su posición intermedia. Por este motivo solo se distingue iluminada parte de la Luna, mientras que el resto aparece en sombra.
LOS COMETAS
Corresponden a cuerpos celestes que están formados por un núcleo brillante o cabeza, constituida por partículas de rocas y minerales de hierro.
Al acercarse al Sol, el cometa aumenta su temperatura, lo que provoca un cambio en las materias sólidas que forman su cabeza, pasando estos al estado gaseoso y formando una especie de cola que brilla en el espacio.
La cola se puede observar desde la Tierra, siempre en dirección opuesta al Sol.
Al alejarse del Sol, el cometa comienza a enfriarse, baja la temperatura y los materiales que lo forman se solidifican; la cola desaparece.
Los cometas no tienen luz propia y laque ellos emiten se debe a la energía solar que absorben y luego la emiten al espacio.
Los cometas siguen órbitas regulares alrededor del Sol y cuando se encuentran en el extremo de la órbita, es decir muy alejados del Sol, no se pueden observar desde la tierra. Las órbitas tienen distintos tiempos; por eso, algunos cometas son visibles cada 12 años; otros, cada 200.000 años; y otros nunca más.
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